En 2021, aproximadamente 11,9 millones de personas sufrieron un accidente cerebrovascular (ACV) en todo el mundo, lo que representa un aumento del 70% en comparación con 1990. Las muertes relacionadas con ACV aumentaron a 7,3 millones, convirtiéndose en la tercera causa principal de muerte a nivel global 3. Además, la cantidad total de discapacidad, enfermedad y muerte prematura (medida en años de vida ajustados por discapacidad) aumentó un 32% entre 1990 y 2021. La incidencia de la enfermedad cerebrovascular en Latinoamérica es significativa y preocupante. Según una revisión sistemática, la prevalencia global de los accidentes cerebrovasculares en América Latina y el Caribe es de 32 por cada 1,000 sujetos.

 

Frente a esto, un grupo de Neurólogos Iberoamericanos, reunidos en la ciudad de Guayaquil (Ecuador) el 20 de octubre de 1998 y unidos por lengua común e interesados en el estudio y el tratamiento de la Enfermedad Cerebrovascular, acordó crear una Sociedad Iberoamericana de Enfermedad Cerebrovascular.